El tratamiento del dolor es la disciplina que se ocupa de la mitigación o solución del dolor crónico, y de mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
El tratamiento del dolor es multidisciplinario, y se refiere a las causas físicas del dolor, y a la experiencia emocional y psicológica asociada, tanto de quien padece dolor, como de su entorno inmediato.
Revisaremos en este artículo qué alternativas ofrece hoy la medicina para ayudar a quienes padecen dolor crónico.
¿Cuáles son las causas del dolor crónico?
Si no lo has hecho aún, te recomendamos que revises, en este mismo sitio, el artículo en que tratamos en mayor detalle el tema del dolor, y en particular el dolor crónico.
No obstante, a grandes rasgos, el dolor crónico es aquél de duración prolongada, y frecuentemente es causado por enfermedades. Sin perjuicio del tratamiento de la enfermedad que lo causa, una parte del abordaje incluye el tratamiento del dolor propiamente tal.
Es necesario comprender, además, que el dolor cumple un rol importante. El dolor es una de las formas en las que el cuerpo manifiesta o comunica que existe un problema. Mientras el dolor se trata para mitigarlo, no debemos enmascarar las causas que lo producen y que podrían requerir tratamiento.
¿Dolor crónico o dolor agudo?
En esto, el dolor crónico se distingue del dolor agudo, que puede ser causado por traumas físicos puntuales, como accidentes, contusiones, heridas, o por eventos que producen extensiones, compresiones, tracciones, torsiones o flexiones de partes del cuerpo que exceden sus límites naturales de movimiento.
Sin perjuicio de lo anterior, una lesión puede dejar como secuela un dolor permanente, ya sea por un tratamiento insuficiente o una recuperación incompleta, lo que podría dar origen a un dolor de mayor duración, o crónico.
¿Cómo se trata el dolor crónico?
El tratamiento del dolor, para que sea efectivo, requiere un equipo multidisciplinario. En este equipo participan médicos especialistas, kinesiólogos, enfermeras, especialistas en salud mental, terapeutas ocupacionales, y eventualmente, otros profesionales dependiendo del tipo y causas del dolor específico que aqueje a un paciente.
En algunos casos, el dolor de larga duración puede ser resuelto totalmente, por ejemplo, cuando la causa subyacente es resuelta del todo.
No obstante, en otros casos el objetivo racional del tratamiento del dolor es su reducción o mitigación, así como proveer soporte emocional y técnicas concretas que permitan al paciente recuperar una vida normal y activa, reinsertándose de forma efectiva y productiva.
Un efectivo tratamiento del dolor no siempre es equivalente a la desaparición total del dolor.
Cuándo es necesario un tratamiento específico para el dolor
- Una lesión o enfermedad, no cede al tratamiento, persistiendo en el tiempo y haciendo que el dolor que causa se mantenga en el tiempo.
- La causa primaria, por ejemplo una enfermedad, es tratada exitosamente, pero el dolor persiste.
- No es posible identificar la causa del dolor.
Objetivos del tratamiento del dolor
El objetivo final es entregar alivio físico y también psicológico, tanto durante el tratamiento, como en el proceso de recuperación. En el caso de pacientes terminales, el foco es ayudar en el proceso de una muerte digna o buen morir.
Existen diferentes estrategias para el tratamiento del dolor, no excluyentes, que se emplean coordinadamente y en conjunto, dependiendo del caso específico de cada persona:
- Medicina física y rehabilitación: El equipo especialista indicará el tratamiento considerando terapias físicas, como electroterapia, aplicación de frío o calor local, o ejercicios terapéuticos cuya intensidad, frecuencia y duración dependerán de cada paciente y sus necesidades.
- Ejercicio: la actividad física, adecuadamente programada, de intensidad controlada y consistente en ejercicios específicos, puede ser también de ayuda en el tratamiento del dolor.
- TENS o estimulación eléctrica transcutánea, es la aplicación de impulsos eléctricos a través de dispositivos especiales para mitigar el dolor.
- Procedimientos intervencionales. Inyecciones directas de medicamentos en las zonas afectadas, bloqueos de nervios, instalación de reservorios de drogas de liberación prolongada, o estimuladores nerviosos profundos.
- Terapias psicológicas. Intervenciones para la salud mental, como terapias individuales o grupales, orientadas a mejorar la comprensión de los efectos emocionales y conductuales de su dolor crónico. Esto, busca permitir la aceptación y recuperar la sensación de control de la propia vida, facilitando así una vida más plena, activa y normal.
- Medicamentos. Existe una amplia gama de fármacos efectivos contra el dolor, desde analgésicos simples a otros muy potentes y de uso restringido.
Los fármacos son parte del tratamiento del dolor, no obstante, recordemos que ningún medicamento es totalmente inocuo, especialmente si se usará por períodos prolongados. Sólo usa fármacos para el dolor crónico que te hayan sido prescritos.
En resumen
La ciencia médica ha avanzado notablemente en la comprensión de las causas y en el tratamiento del dolor crónico.
Aunque no siempre es posible hacer desaparecer el dolor, un enfoque multidisciplinario de un equipo experto, dará buenas oportunidades de mejorar calidad de vida.
Dr. Smiljan Astudillo
Fisiatra especialista en rehabilitación y manejo del dolor