Dr. Smiljan Astudillo

Bursitis

La bursitis es la inflamación de las bursas, que son pequeñas bolsas o almohadillas, llenas de líquido, llamado líquido sinovial. Están en las articulaciones y su fin es amortiguar los impactos a los que estas son sometidas.

¿Qué causa la bursitis? ¿Cómo se puede tratar?

¿Qué la causa?

La bursitis suele ocurrir en las articulaciones que están sometidas a movimientos repetitivos de modo frecuente. Es más frecuente en las articulaciones de gran volumen, como los hombros, codos, caderas y rodillas, si bien puede presentarse en otras ubicaciones.

La bursitis se manifiesta principalmente con dolor, rigidez e inflamación acompañada, a veces, de enrojecimiento.

No sólo los movimientos a repetición pueden causar bursitis, también otras conductas que tensionan las articulaciones la pueden originar. Por ejemplo, apoyarse en los codos o estar de rodillas por períodos prolongados.

Además, hay factores de riesgo que conviene considerar: la bursitis se hace más frecuente con la edad. También si tu trabajo o deporte preferido exige movimientos repetidos que presionen una bolsa sinovial determinada

También algunas actividades domésticas aparentemente inocuas pueden causar bursitis, como poner alfombras o renovar pisos, “jardinear”, o aquellas actividades que exigen estar de pie por períodos largos. La bursitis en tobillos y pies también es relativamente frecuente.

Por otra parte, hay enfermedades que predisponen a la bursitis, como la artritis reumatoide, gota y diabetes. Por último, el sobrepeso u obesidad impone mayor exigencia a las articulaciones y, puede aumentar el riesgo de manifestar bursitis de cadera y rodilla.

¿Cómo se trata la bursitis?

Algunas conductas pueden prevenir la aparición de bursitis:

  • Mantener un peso saludable
  • Usar elementos de protección como rodilleras o coderas
  • Precalentar adecuadamente y ser gradual en la actividad física
  • Elegir deportes que no tensionen las articulaciones.

Si tu trabajo o actividad cotidiana requiere que muevas grandes pesos, usa elementos con ruedas para desplazarlos, como carretillas, “yeguas” o similares. En caso de que debas levantarlos, usa la técnica correcta para hacerlo. De ser posible usa rampas, poleas o palancas para hacer un uso eficiente de la fuerza.

Los casos leves pueden ceder con reposo de la articulación afectada y el uso moderado de antiinflamatorios. Sin embargo, si la molestia no cede, es necesario acudir a un especialista

Por ejemplo, será necesario ir al médico si:

  • El dolor en las articulaciones se vuelve incapacitante.
  • Aparece una incapacidad repentina para mover una articulación.
  • La inflamación o enrojecimiento es importante.
  • Aparecen hematomas, erupción cutánea en la zona afectada o fiebre.
  • Lo mismo en caso de dolor agudo o punzante, especialmente cuando haces ejercicio.

El diagnóstico se basa en los signos apreciables por el profesional en consulta. Por ejemplo el reporte de síntomas que el paciente realice. Las imágenes médicas también son útiles, especialmente las ecotomografías y resonancias magnéticas.

El tratamiento usualmente considerará medicamentos antiinflamatorios por vía oral, terapias físicas, eventualmente infiltración de medicamentos. También el uso de ayudas técnicas, como bastones, y en casos muy acotados, cirugía para drenar la bolsa sinovial o incluso removerla.

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Dr. Smiljan Astudillo
Fisiatra especialista en rehabilitación y manejo del dolor

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