El dolor en el muslo es una condición frecuente, con muy variadas características, puede presentarse al realizar ciertos movimientos, ser constante, desde leve a prácticamente impedir caminar. ¿Qué causas existen para el dolor en el muslo? Es probable que lo hayas padecido o conozcas a alguien que se queja con frecuencia de esta molestia. Revisemos las causas más frecuentes y cómo remediar el problema.
¿Cómo es el muslo? ¿Qué partes lo componen?
El muslo comprende la sección de la pierna que va desde la articulación de la cadera hasta la rodilla. Múltiples componentes mayores de diversos sistemas se encuentran en el muslo.
El fémur, que es su principal elemento de soporte estructural, es el hueso más largo del cuerpo. Varios músculos se encuentran en esta región: los músculos del cuádriceps se encuentran en la parte delantera del muslo y permiten la flexión a nivel de la cadera y extender la rodilla; los músculos isquiotibiales están en la parte posterior y ayudan a flectar la rodilla; los músculos de la ingle en la parte interna del muslo tiran de la pierna hacia adentro; y los músculos de la cadera, como el glúteo medio, tiran del muslo hacia un lado.
Varios nervios viajan por sus muslos y uno de los vasos más importantes del sistema circulatorio, la arteria femoral, también lo recorre.
¿Por qué puede haber dolor en el muslo?
Toda esta complejidad y yuxtaposición de elementos de importancia, implica que el dolor en el muslo puede tener múltiples causas, entre ellas:
- Un nervio pinzado, comprimido o atrapado. Por ejemplo, a raíz de una discopatía en la columna vertebral, causando no sólo dolor, sino también adormecimiento, debilidad y dificultad para sentarse o incorporarse.
- Estenosis del canal vertebral, que comparte algunos síntomas con la causa anterior, como el dolor y adormecimiento.
- Traumatismos.
- Tendinitis, por uso intensivo y/o repetido de los músculos en el muslo, que se manifiesta principalmente como dolor y sensación de debilidad.
- Síndrome de fricción de la banda iliotibial, que es la fascia, o recubrimiento muscular de tejido conectivo, que puede irritarse y resentirse por uso intensivo y repetido.
- Accidente cerebrovascular, un AVE puede también manifestarse con dolor en el muslo. Esta es una condición de emergencia, por lo que se requiere acudir a un servicio de urgencia de forma inmediata, si se sospecha de su aparición.
- Embolias. La presencia de coágulos también causa dolor en el muslo, acompañado de sensación de calor, inflamación y enrojecimiento. Esta condición también debe ser tratada con urgencia, los coágulos podrían desprenderse y migrar para alojarse en los pulmones convirtiéndose en una embolia pulmonar, que es una condición frecuentemente fatal
¿Cuándo el dolor de muslo debe ser motivo de visita al médico?
Normalmente la intensidad de la molestia es un buen indicador para decidir si se debe ir al médico, y en particular si se debe hacer de forma urgente. De todos modos, algunas pistas a continuación:
- Si el dolor es tan intenso que limita la capacidad para funcionar normalmente. Por ejemplo, si caminar se vuelve dificultoso por el dolor.
- Si junto al dolor aparece fiebre o malestar general. Esto podría ser un signo de infección.
- Cuando además hay enrojecimiento, hinchazón y calor en la piel. Es una señal de posible embolia o coágulo de sangre y requiere atención médica inmediata.
- Si además del dolor de muslo se aprecia un cambio de forma. Una lesión muscular seria, como una distensión o desgarro, puede aparecer como una deformación, esta es una condición que requiere ser vista por un especialista.
- Si el dolor de muslo aparece en forma súbita y hace difícil caminar. Esto puede ser señal de un nervio pinzado en la espalda.
Habitualmente, se podrá llegar a un diagnóstico con la combinación del examen físico que realizará el médico, sumado a la información que entregue el paciente, que debe ser lo más completa posible, y con el complemento de imágenes médicas como radiografías, ecotomografías doppler y resonancias magnéticas. En algunos casos, podrá ser necesaria una electromiografía, para detectar o descartar alguna condición neurológica.
¿Cómo se trata?
En las causas más graves mencionadas antes, como un accidente vascular encefálico o una embolia, el tratamiento será determinado y ejecutado en el servicio de urgencia.
Afortunadamente, la gran mayoría de los casos de dolor de muslo son menos graves, y el tratamiento en estos casos consiste principalmente en ejercicio y medicación.
El ejercicio permite aliviar el dolor de muslo de origen musculoesquelético. Si el dolor se origina en la espalda o se debe a una distensión del cuádriceps o de los isquiotibiales, serán de utilidad los estiramientos lumbares y ejercicios de fortalecimiento para aliviar la presión de los nervios espinales.
Además, no olvidemos que la actividad física ayuda a mantener un peso y un índice de masa corporal adecuados, aliviando el estrés sobre todas las estructuras de soporte y fortaleciendo la musculatura. La reeducación postural también puede resultar eficaz.
En cuanto a los medicamentos, frecuentemente se emplean antiinflamatorios y analgésicos para tratar el dolor de muslo. Si el dolor es intenso, se puede usar un analgésico específico que requerirá prescripción médica (receta); para los síntomas leves, se puede recetar paracetamol.
Dr. Smiljan Astudillo
Fisiatra especialista en rehabilitación y manejo del dolor